En el Día Mundial del Agua cito un artículo de GREPEACE:
El Día Mundial del Agua es una iniciativa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD). Este año el lema del día es
Las Naciones Unidas quisieran aprovechar este día para alentar a los gobiernos, las empresas y todas las personas de todo el mundo a asumir un papel activo en la protección preventiva de la calidad del agua.
El problema es cada vez más apremiante: la creciente sequía en muchas zonas, especialmente en África y Asia, está amenazando la diversidad biológica. Más de mil millones de personas no tienen acceso a agua potable y tienen que obtenerla de manantiales, pozos, estanques o ríos contaminados.
Casi la mitad de la población mundial todavía no tiene saneamiento ni eliminación de aguas residuales: las enfermedades diarreicas son una de las causas más comunes de muerte en niños menores de cinco años. El agua potable contaminada y las condiciones de vida antihigiénicas son desencadenantes de epidemias como el cólera, la disentería, el campylobacter y el tifus.
Alrededor de mil millones de personas no alcanzarán el objetivo del milenio de permitir que el doble de personas dispongan de una eliminación adecuada de sus aguas residuales para 2015.
Haga negocios de forma sostenible
Pero todavía no ha habido mucho movimiento en la mente de la gente. Se sigue desperdiciando agua sin pensar. El consumo mundial de agua aumentó aproximadamente seis veces entre 1930 y 2002, aunque la ONU estima que el mundo se encamina hacia una dramática escasez de agua.
Hay muchos ejemplos de desperdicio: la extracción de lignito provoca un increíble desperdicio de agua potable y graves daños ecológicos. Para extraer lignito es necesario reducir el nivel freático. Las consecuencias catastróficas: reducción a gran escala del nivel freático, dificultad para obtener agua potable, hundimiento del suelo y graves daños a las plantas y la fauna. Durante la producción de petróleo, el agua potable se contamina con cromo, sal, cianuro, níquel, cadmio, boro, estroncio, bario, arsénico y plomo. Las aguas residuales industriales y el uso de fertilizantes en la agricultura contaminan ríos y lagos con pesticidas y metales pesados, privando a plantas y animales de sus medios de vida. Ya el 40 por ciento de la superficie del agua, especialmente el Mar del Norte, el Caribe oriental y el Mar de China Oriental, está contaminada por el hombre.
Greenpeace lleva décadas comprometida activamente con la protección de las aguas. La organización ecologista luchó durante años para que el lago Baikal fuera declarado patrimonio cultural de la humanidad. Esto tuvo éxito en 1996, pero hoy una fábrica de celulosa rusa vuelve a verter aguas residuales sin filtrar al lago Baikal y, por tanto, es la principal responsable de su contaminación. Inicialmente, la fábrica se cerró debido a preocupaciones ambientales, pero una nueva regulación del gobierno ruso permitirá que se viertan y quemen desechos tóxicos alrededor del lago de agua dulce más grande del mundo.
El recurso agua debe finalmente utilizarse de forma sostenible. Sólo así se podrán mantener vivos los ecosistemas.